El gobernador de Tierra del Fuego, se suma a otros cuatro mandatarios provinciales que rechazaron asistir a la firma -en julio- del Pacto de Mayo, que impulsa el presidente Javier Milei.
En el marco del 208° aniversario del Día de la Independencia, el Gobierno decidió firmar en julio el denominado «Pacto de Mayo», un acuerdo que busca definir el vínculo entre las provincias y el Ejecutivo nacional, después de un primer año de gestión marcado por conflictos y recortes presupuestarios.
La ceremonia, organizada por Karina Milei, hermana del presidente, ha generado las más diversas reacciones entre los gobernadores provinciales, destacándose la ausencia confirmada de Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego.
De los 24 mandatarios provinciales, cinco han rechazado explícitamente la invitación, entre ellos Melella, junto a Ricardo Quintela (La Rioja), Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa). La negativa de estos gobernadores peronistas refleja una falta de consenso en torno al apoyo a la gestión de Milei. En palabras de Ziliotto: «Si necesitan la foto para el Fondo, conmigo no cuenten. Yo voy a defender La Pampa, y no voy a acordar algo con un gobierno nacional que está quedándose ilegalmente con recursos que son de cada pampeana y de cada pampeano».
Mientras tanto, otros mandatarios, especialmente aquellos alineados con la alianza Juntos por el Cambio, han confirmado su asistencia. Este grupo incluye a Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires), Gustavo Valdés (Corrientes), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Alfredo Cornejo (Mendoza), Ignacio Torres (Chubut), Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco) y Claudio Poggi (San Luis). La interna del PRO ha planteado algunas incógnitas, como en el caso de Torres, quien declaró: «No vamos a concurrir a algo sobre lo que no sabemos de qué trata».
Por otro lado, Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero, se encuentra en una posición ambigua, sin haber definido aún su participación. Su entorno asegura que su independencia financiera le otorga mayor margen de maniobra, aunque intenta mantener un equilibrio entre la distancia y el diálogo con el Gobierno nacional.
Además de los gobernadores de Juntos por el Cambio, también han confirmado su asistencia aquellos que ganaron con partidos locales, como Rolando Figueroa (Neuquén), Hugo Passalacqua (Misiones), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Marcelo Orrego (San Juan). El apoyo de estos líderes regionales se percibe como un gesto de respaldo a la gobernabilidad del Ejecutivo.
En cuanto a la organización del evento, el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, será el anfitrión. Jaldo fue uno de los primeros en respaldar a Milei, rompiendo con Unión por la Patria para formar un nuevo bloque legislativo que apoya las propuestas del gobierno. En declaraciones recientes, Jaldo enfatizó la importancia del pacto: «Vamos a firmar un gran pacto federal que va a sentar las bases para una Argentina nueva».
En contraste, algunos gobernadores han manifestado críticas específicas. Kicillof, por ejemplo, subrayó: «No puede haber Pacto de Mayo si no se incluye la defensa de la industria y el trabajo. Nosotros no vamos a firmar algo que no representa el mandato que nos dio nuestro pueblo». Quintela, por su parte, calificó los puntos del pacto como «impuestos por el gobierno», señalando la falta de consenso.
La ausencia de Melella, sin embargo, no ha sido acompañada de declaraciones detalladas, lo que deja entrever una postura de distanciamiento sin confrontación directa. Este silencio refleja una estrategia de no alinearse abiertamente ni con el apoyo ni con la oposición a la gestión de Milei, manteniendo un perfil bajo en el conflicto político actual.
El Pacto de Mayo, aunque busca unificar y definir el rumbo de la relación entre provincias y Nación, pone de manifiesto las divisiones y tensiones existentes en la política argentina. La ausencia de algunos gobernadores, como Melella, resalta las diferencias de visión y prioridades entre las distintas provincias y el Gobierno central.
