Los pescadores artesanales del canal Beagle atraviesan una situación crítica. Reclaman acciones inmediatas para proteger su actividad, proponiendo incluso la declaración de emergencia pesquera, mientras enfrentan una legislación restrictiva.
Los pescadores artesanales del canal Beagle se encuentran en una situación muy preocupante. Las familias que dependen de esta actividad están al borde de la desesperación. Carlos Darío Bravo, en diálogo con FM Master’s, explicó la problemática actual vinculada a la legislación restrictiva en vigencia. «Nos aburre escuchar tanta burocracia» afirmó, resaltando la necesidad de respuestas claras por parte de las autoridades. La situación es tan grave que los pescadores han considerado la posibilidad de declarar la emergencia en su actividad.
La respuesta del secretario de Pesca ha sido insuficiente y ha generado más frustración entre los pescadores. «Salió el secretario de Pesca a retrucar los dichos y no es la función del secretario» criticó Bravo, quien además expresó la necesidad de escuchar al intendente y al Gobierno de la Provincia sobre temas cruciales como la planta de procesamiento y los permisos de pesca.
El sector ha estado paralizado durante tres meses. «No somos millonarios. No sé si algunos pescadores van a poder arrancar y afrontar todo eso desde cero» señaló Bravo. La falta de respuestas del gobierno ha incrementado la incertidumbre. «Me alerta mucho saber que una Secretaría está pechando y haciendo cumplir una ley que no está reglamentada y lo curioso es que está en tela de juicio en la Legislatura» añadió.
El panorama es desolador. «Las fuentes de trabajo de todo lo que es la pesca está en punto cero, no se está trabajando, no hay un plan productivo. En la provincia no salió ningún funcionario a decirnos que ‘vamos a encarar con un plan productivo’» afirmó Bravo.
Con la veda a punto de terminar, algunos pescadores podrán reiniciar su actividad, pero otros no. «Aprovecho la oportunidad para agradecerle a (Agustín) Coto, es un color político distinto a los que viven acá», mencionó Bravo, reconociendo el apoyo de algunas figuras políticas, mientras destacaba la experiencia y compromiso de personas como el legislador Carlos Pino y Victoria Vuoto.
La preocupación por la pérdida de permisos de pesca es creciente. «Estamos preocupados, no sé qué es lo que sigue, no hay apoyo económico», advirtió Bravo, cuestionando la lógica detrás de una veda biológica sin respaldo financiero. «¿Cómo paras un negocio en cero? ¿De dónde saco el dinero para mantener a la gente?» se preguntó.
El cluster pesquero, reflotado por una ley antigua, tampoco ha ofrecido soluciones. «El cluster salió de la legislatura, es una ley vieja que quisieron reflotar. Lleva un representante de cada ente, es muy difícil el consenso», explicó Bravo, subrayando los conflictos entre el Gobierno y la Municipalidad, y la falta de liderazgo claro en la pesca artesanal.
La situación es crítica y los pescadores temen por el futuro de su actividad. «Estoy acusándole a la sociedad que no va a haber más pesca artesanal, que nos asfixiaron, que estamos en punto cero, no podemos abastecer», concluyó Bravo, lamentando la posible desaparición de la pesca artesanal en la región. «Es imposible terminar con la centolla. No hay un estudio científico que dictamine que va a morir, que se va a terminar. Es mentira», sentenció.
