El 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, una oportunidad para reflexionar sobre el estado de nuestros mares. Un grave problema tiene que ver con los microplásticos en las aguas de todo el planeta.
Irene Schloss, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora principal del CONICET, compartió su perspectiva en FM Master’s sobre los retos medioambientales en Tierra del Fuego, en el contexto del Día Mundial de los Océanos.
Uno de los principales problemas que Schloss destaca es el cambio climático. «Las aguas del canal, como todas las aguas de todo el planeta, están afectadas por el cambio climático. Cambio climático quiere decir: aumento de las temperaturas superficiales, más hacia el oeste del canal donde hay muchos glaciares que se van derritiendo y esa es agua dulce llega al canal y eso produce cambios en la salinidad, que es un parámetro muy importante para los océanos y tiene impacto en las ciudades». Este cambio en la salinidad es un desafío crucial para la región, afectando tanto a la biodiversidad marina como a las comunidades humanas.
Otro problema significativo que Schloss menciona es la gestión de residuos en Ushuaia. «Ushuaia tiene un montón de agua sin tratar, arroja todo tipo de desechos a la costa. Tenemos un montón de cosas para mejorar y sabemos que esos son problemas, lo que pasa es que la solución podemos identificarla, podemos hablar con la gente responsable para que tomen acciones, pero no tenemos el poder de decisión sobre esas acciones».
La presencia de plásticos en el medio ambiente marino es otro tema alarmante. Andrea Raya Rey, investigadora del Cadic ha encontrado que, prácticamente, en el 100% de los lugares de nidificación de las aves que están en el canal [hay] presencia de microplástico. En este sentido, Schloss explica que «el tema de los microplásticos es un tema global. Todas las aguas del planeta están conectadas. Aún en regiones muy lejanas, como puede ser la Antártida, se han encontrado microplásticos. No hay ningún ecosistema exento de la presencia de microplásticos». Si bien «acá nosotros nos beneficiamos con una circulación bastante rápida, porque tenemos la corriente residual que circula desde el Océano Pacífico hacia el Océano Atlántico, pero microplásticos hay por todas partes», planteó la investigadora.
Los microplásticos, evidentemente, afectan a las aves y a muchos otros organismos marinos. Schloss detalla que «es un problema también para los pequeños organismos que viven en el agua y que consumen partículas, que llamamos zooplancton que, así como las aves, se confunde y no distingue entre lo que es una partícula de alimento y el microplástico, y lo ingiere». Este problema es una amenaza para toda la cadena alimentaria marina, desde los organismos más pequeños hasta los más grandes.
La entrevista con Irene Schloss pone de manifiesto la gravedad de los problemas ambientales que afectan a Tierra del Fuego y al planeta en su conjunto. En este Día Mundial de los Océanos, sus palabras son un llamado urgente a la acción y a la toma de decisiones responsables para proteger nuestros mares y, por ende, nuestra supervivencia.
