La Dra. Verónica Baró, directora médica de LUCCAU, Lucha Contra el Cáncer Ushuaia, destacó la relevancia de las vacunas contra el HPV y el monitoreo médico en la prevención del cáncer de cuello uterino.
La Dra. Verónica Baró, directora médica de LUCCAU (Lucha Contra el Cáncer Ushuaia), abordó en su espacio radial pro FM Master’s la importancia de la prevención del cáncer de cuello uterino y el rol de las vacunas
“Hoy en día ha cambiado la forma de hacer prevención del cáncer de cuello uterino, por eso estamos hablando mucho de esto. Tenemos varias cosas para hacer: tenemos la prevención primaria, que son las vacunas. Eso se hace, idealmente, antes de tener contacto con el virus del HPV” señaló primeramente la médica de LUCCAU.
El HPV, o virus de papiloma humano, de transmisión sexual, es el foco de atención en la prevención del cáncer de cuello uterino: “El virus del HPV es un virus de transmisión sexual, de alta prevalencia, lo que significa que está entre nosotros y se disemina muy fácilmente en las relaciones sexuales. Para evitar el contagio, nuestra inmunidad puede ser reforzada por las vacunas”.
En Argentina, se ofrece la vacunación gratuita y obligatoria contra el HPV a los 11 años para niñas y niños, como parte de la prevención primaria: “El plan de vacunación en Argentina tiene la opción de vacunación gratuita y obligatoria contra el HPV a los 11 años para nenas y nenes. Eso es lo que se llama prevención primaria, o sea, evitar directamente que contraer el virus. En mujeres y hombres”.
Además de las vacunas, otras medidas de prevención primaria incluyen el uso de preservativos y la cesación del tabaquismo: “Otra de las actitudes de prevención primaria, es el uso de preservativos, que es la barrera para evitar la diseminación del virus. También el tabaquismo, dejar de fumar”.
El HPV es una condición necesaria pero no suficiente para desarrollar cáncer de cuello uterino. Otros factores, como el tabaquismo, pueden contribuir: “El HPV es una condición necesaria, o sea, necesitamos tener HPV para tener cáncer de cuello uterino, pero no es suficiente. A veces se le suman otros factores, uno es el tabaquismo. Favorecen el terreno”.
En cuanto a la detección temprana, la Dra. Baró destacó la importancia del Papanicolau y del test del HPV: “Hoy en día tenemos la posibilidad de hacer el test del HPV, un procedimiento muy parecido al PAP, para la mujer. Para el médico no, porque necesita otras herramientas. Pero para la mujer es la consulta con el ginecólogo, exponer su cuerpo en la camilla ginecológica para que le tomen esa muestra del testeo del HPV”.
Consideró asimismo que el monitoreo médico es esencial para identificar cambios microscópicos en el cuello uterino antes de que se forme el cáncer: “En el Papanicolau sólo se ven los daños que ocasiona el virus. No te dice si tenés el virus o no. Visualmente, cuando el médico hace el procedimiento, no ve los cambios microscópicos que es lo que estamos buscando”.
La Dra. Verónica Baró enfatizó en la importancia de la prevención y el monitoreo en la lucha contra el cáncer de cuello uterino, una enfermedad que puede prevenirse y detectarse en etapas tempranas.