Por Silvana Minué-Un grupo de padres concentrarán en la Escuela Provincial N°13, cansados de la incertidumbre que reina en la comunidad educativa al no tener información suficiente del inicio de clases. El lunes y el martes se cumplió un paro de docentes, mientras que el miércoles, a último momento y con los alumnos en el ingreso, se decidió que no habrá clases.
Juan Manuel Maldonado, un padre de una alumna de tercer grado contó a TIEMPO FUEGUINO la situación que viven hace meses. «Desde el año pasado empezamos con algunas dificultades, que en principio parecían de la institución únicamente, pero después, los docentes empezaron con su lucha salarial, lo que implicó paros y desobligaciones», sostuvo.
«El año pasado presentamos una nota a la dirección del colegio para que nos pusieron al tanto efectivamente de lo que estaba sucediendo, también para recordarle que nosotros, como padres, somos parte de la comunidad educativa y en la medida de lo posible, acompañarnos en cualquier cosa que se requiera. Básicamente nos pusimos a disposición, pero fue toda una sorpresa que no nos hayan contestado. No se utiliza un canal oficial para comunicar las cosas. Es todo por WhatsApp y bastante desorganizado. Este año es un poco más complejo. No vamos a llegar ni cerca, en la cantidad de días que se deben garantizar de clases teniendo en cuenta que es una de escuela con jornada completa», explicó.
El papá comentó que es una «situación multifactorial», que solo sirve para «utilizar a los chicos de alguna manera se encuentran en una puja entre el Ministerio de Educación y el gremio. Los chicos quedan en el medio tironeados sin la posibilidad de poder cumplir con los objetivos planteados para un año lectivo. Hay chicos de 4° grado que no saben leer de corrido. Otros van a maestro particular para poder aprender, no para complementar, sino poder aprender lo que se deberían estar enseñando en las aulas. La verdad es que la situación es muy preocupante. Conocemos también que la ausencia y falta docentes y se han cubierto los grados con algunos docentes que tienen más experiencia con adolescentes, que no es apto para tratar con niños más pequeños».
Agotados de falta de comunicación, el grupo de padres, se presentarán en la institución para reclamar el cumplimiento de clases. «Si bien tuvimos alguna posibilidad de hablar con los representantes sindicales dentro del colegio, pero igualmente responden al gremio, por lo que cualquier cosa que nos digan estará bajo un manto de subjetividad. Y está la posibilidad lógicamente llevar al Ministerio de Educación así nos dan una respuesta certera porque existe la sensación de que hay una puja de poder entre el gremio y gobierno además de la situación de infraestructura de la escuela que realmente ha tenido problemas reales. Por otro lado, esta puja salarial en las promesas incumplidas después de las elecciones», aseguró.
«Como empleado entiendo perfectamente los reclamos salariales. Pero hay maneras de manejarlo». Otra situación que sucedió y que colmó la paciencia de los padres fue la de enterarse a las 07:00 horas del miércoles, por el personal de cocina y de maestranza, que se suspendía las actividades siendo que el martes hasta las 21:30 de la noche «no sabíamos y si tenía o no clases» cuando «teóricamente debían estar a las 16 horas».
Entonces al no haber comedor escolar también no hay clases. «Hay alumnos en situación de vulnerabilidad que dependen del comedor. En otras ocasiones donde las clases continuaron sin comedor, pero el gobierno mandaba las viandas, también hubo problemas con ellas porque a veces la mandaban, otras veces no y todo se sabía a último momento, teníamos que estar atentos todo el tiempo al celular a ver en qué momento lo hacían», relató.
«Siempre hay alguna dificultad para iniciar las clases, si no es edilicia son los docentes con sus obligaciones y sus paros y los directivos parecen estar de manos atadas porque sinceramente no pueden dar una respuesta de lo que sucede ni por un lado ni por el otro, ellos están en un nivel superior y pareciera que no tuvieran comunicación con supervisión para brindar una respuesta satisfactoria. Los docentes que responden a su gremio que tiene cierta fuerza entre los propios docentes. Hay un acatamiento alto al paro, no sé si fue voluntario o no», aseveró.
Maldonado contó que el último día de clases hace dos semanas se vivió otro hecho. «Recuerdo haber dejado a mi hija en el horario de ingreso escolar, siempre me quedó un ratito afuera, pero sale la portera que nos dijo que los maestros estaban en asamblea y que no se sabía si había clases o no. Algunos nenes ya estaban solos en la escuela, luego la vicedirectora del segundo ciclo nos dijo que se suspendía las clases por disposición de los mismos docentes, pero nadie se le acerco a los chicos y chicas a explicarles que sucedió ya que estaban solos y asustados. Los docentes no querían salir de la reunión, algunos salieron a cumplir con la función de resguardo y el personal auxiliar debió asistir a los chicos. Fue una situación que rozo la irresponsabilidad. Más allá de los reclamos salariales que se puedan tener, si son justos o no, estamos hablando de que cumplir con una función primordial para cualquier sociedad que es la educación», reclamó.
Por último, el padre remarcó que la información «siempre llega a último momento. No sabemos si hoy tienen clases, y lamentablemente los que sufren esto son los hijos, es una situación desesperante y estar hablando de esto ya el tercer día, después del receso escolar invernal, es preocupante».
