Según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa las ventas subieron 1,6%, impulsadas por juguetes, mientras que los otros rubros como calzado, librería, electrónicos se retrajeron.
Según la CAME, “se notó el menor poder adquisitivo de la gente, pero también los problemas de rentabilidad de los negocios al momento de hacer promociones, que fueron más escasas que otros años”.
La vicepresidenta de la CAME y también de la Cámara de Comercio de Ushuaia, Claudia Fernández explicó en FM MASTER´S que “a nivel local fueron los mismos números y en los últimos años para el Día del Niño que se había elevado la venta de electrónicos y teléfonos, para este año quedo abajo mientras que la juguetería se mantuvo a nivel nacional con un poco crecimiento. Lo que se diferenció es que antes se hacía la compra por varios juguetes y ahora se unificó en un solo”.
“La medición se hizo por unidad de venta, no por la parte dineraria porque con la inflación sino estaríamos desfasados en números. No hubo compras en zapaterías que haya elevado como en años anteriores cuando era ropa y juguetes y este 2022 se optó por uno o por la otra”, indicó.
“Hubo menor compra”, aseveró y agregó que “también hay que tener en cuenta que hubo un aumento muy importante en la financiación con las tarjetas entonces la gente es muy prudente con las compras ya que paso del 77,6. y cuando llega el momento de cancelar, uno quiere pagar el pago mínimo, pero es muy caro, entonces se ve retraída la venta con tarjetas”.
Por otro lado, se notó una poca posibilidad de hacer promociones teniendo en cuenta una baja rentabilidad en comercios. “Eso sucede muchísimo además se aproximan paritarias, subieron los alquileres, hay liberación de subsidios, además la falta de stockear nuevamente, se entrega mercadería, pero con remito abierto. En este sentido, los precios no se van a poder sostener” y recordó que “no somos formadores de precios, lo que recibimos ya viene con el aumento más la carga social, impuestos, que si o si se trasladen a los precios. Es la mayor preocupación de todos, porque la suba de ellos hace que la gente compre menos, y el sueldo no alcanza. Se forma un círculo vicioso entonces ¿Cómo hacemos para sostener el capital de trabajo?, con los mismos costos, no se puede sostener. No ponemos un negocio para perder, sino seriamos irresponsables socialmente”.
Fernández adelantó que se encuentra gestando un trabajo, a nivel nacional con CAME, para conocer los niveles de endeudamiento para sostener un pequeño local sino “es muy difícil de entender la situación de los comercios, somos como los hijos del medio, estamos sobre la parte arriba que son los fabricantes que nos dice estos son mis precios, compra o arréglate, nosotros que compramos para vender y la gente que compra que nos dice que vivimos aumentando. Recibimos cachetadas de todos lados y no sabemos cómo demostrar la realidad”.
Y además “hay un impuesto totalmente distorsivo, es de ingresos brutos, pero todo se traslada y lo pagamos cuando compramos la mercadería, cuando la ponemos en el transporte, etc, o sea se va sumando en cada escalera de valor y es difícil de entender para el que no sabe cómo funciona todo este tipo de movimiento”.
